lunes, 26 de noviembre de 2012

La ONU (Organización Mundial de Naciones Unidas) define la expresión violencia de género como un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona sobre la base de su sexo o género que impacta de manera negativa su identidad y bienestar social, físico y psicológico. El pasado domingo 25 de noviembre, tuvo lugar el día contra la violencia de género en todo el mundo, un día triste, pues sería prescindible si este tipo de violencia fuese evitada. Cuando nos referimos a violencia de género se nos viene a la cabeza el maltrato de hombres a mujeres ya que por desgracia, la violencia machista es el tipo de violencia de género que más se da en nuestra sociedad. Hoy numerosos estudios tratan de explicar este comportamiento que tienen los hombres hacia las mujeres o directamente hacia sus parejas sentimentales. Uno de las causas que encuentran los expertos en este tipo de comportamiento es el sentimiento de superioridad que tiene el hombre en un matrimonio, pues se cree por decirlo de alguna forma ``el macho dominante´´ por ser el que aporta el dinero o el que trabaja. Este hecho es claramente algo equivoco, pues en la sociedad en la que vivimos somos iguales, aunque numerosos anuncios de televisión tipo KH-7, Fairy, Calgón, etc. se empeñen en demostrarnos lo contrario, con anuncios con estereotipos sexistas y mensajes subliminales hacia nuestros hijos e hijas, que les hacen pensar que la mujer por el simple hecho de salir en estos anuncios limpiando, nace automáticamente predestinada para ello, lo que hace sentir al hombre superior. 

Si tanto presumimos de vivir en una sociedad de derechos iguales y en la que queremos herradicar la violencia de género, no debemos salir a la calle a recoradar las victimas ni a manifestarnos de manera silenciosa, debemos empezar desde abajo enseñando a nuestros hijos a limpiar, a preparar su comida, a valerse por sí mismos para que no sientan que por trabajar y encontrarse estas cosas hechas son superiores, debemos cartigar severamente al que cometa estas acciones enseñando al mundo que hay cosas que no se pueden hacer bajo ningún concepto se mire por donde se mire, todos debemos contribuir a reparar una sociedad que se encuentra herida por la violencia de género, y esto debemos hacerlo cambiando desde un principo nuestra propia forma de pensar, les pongo un ejemplo de un testimonio real:

``Buenos días a todos, hoy me levanto con muchas ganas, a las 11 tengo el partido de la temporada si hoy ganamos seremos campeones, mi madre me ha preparado el desayuno, y mientras preparo las botas de fútbol, me hará la cama. A las 10 he cogido el autobús y me he despedido de mi hermana, que estaba viendo la famosa serie esa en la que sale Mario Casas, vaya actor más malo por dios, no se como puede gustarle. No puedo parar de pensar que después del partido tengo que estudiar matemáticas, son mi asignatura preferida. Ya he llegado al estadio, y el partido esta a punto de comenzar... Hoy ha sido un gran día, hemos ganado y he marcado dos tantos, el entrenador me ha abrazado muy feliz. Ahora toca la vuelta a casa, donde esta tarde veré la Fórmula 1 después de estudiar, a las 8 he invitado a mis amigos a  mi casa para verla juntos. Juan no podrá venir porque está comprando ropa. Yo odio comprar ropa, lo veo una perdida de tiempo y de dinero, prefiero gastarme el dinero en el nuevo Call Of Duty, que es una pasada...´´

Esta es mi vida, me llamo Pepa, pero si has pensado durante algún momento de esta lectura que debería llamarme Pepe, seas mujer u hombre creo que deberías plantearte si eres un poco machista o no. Espero, queridos lectores, que este ejemplo les haya ayudado a darse cuenta de que los estereotipos sociales son los que perturban y contaminan nuestra forma de pensar y nos hacen equivocarnos, y esta equivocación, sirve a su vez como grano de arena para construir una torre cuya cúspide es la violencia de género.

* 016 : teléfono contra el maltrato.





sábado, 17 de noviembre de 2012

En primer lugar queremos pedir disculpas a nuestros lectores y lectoras porque hemos tenido un poco abandonado nuestro blog en estas últimas semanas. También hemos de decir que este mes que se nos presenta por delante va a ser un poco extraño para nosotros, puesto que nuestro profesor se encuentra ausente y hemos de hacer con el blog lo que creamos conveniente. 

Esta entrada de hoy la vamos a dedicar a hacer una pequeña reflexión sobre la huelga del pasado día 14 de noviembre, pues no entraremos en dilemas políticos de si es o no necesaria en los momentos de crisis económica que vivimos, pero sí vamos a explicar hasta dónde puede llegar una huelga y hasta que punto puede llegar a violar la democracia que nos otorga el derecho a manifestarnos por nuestros derechos.

El día 14 de noviembre de 2012 tuvo lugar en todo nuestro país la segunda huelga general que ha sido llevada a cabo por los españoles en ocho meses, algo insólito, pero también debemos de reconocer que es algo normal teniendo en cuenta las altas cifras de paro a las que debemos enfrentarnos. Pero una huelga es un llamamiento a la manifestación y reivindicación popular, que puede llevar a cabo cualquier trabajador que la desee, mientras que también se debe respetar a todo aquel que no esté de acuerdo con la misma y decida acudir a su puesto de trabajo como cada día de su vida. Desgraciadamente esto no es así, puesto que hoy existen los denominados piquetes que cortan carreteras, irrumpen en puestos de trabajo, etc. amenazando e intentando que dejen de trabajar aquellos que no están de acuerdo con la huelga. Este hecho en nuestra opinión es algo lamentable, debido a que en un país como el nuestro, tan desarrollado y democrático como intentamos hacer ver al mundo, es algo inconsentible que se produzcan estos actos antidemocráticos que eliminan el derecho a huelga y a manifestarse de todos aquellos que los practican.

Pero aún podemos encontrar aún más ejemplos lamentables en esta pasada huelga, pues ha sido un tema muy recurrido, el que tuvo lugar en Tarragona, cuando supuestamente un mosso d ´Esquadra agredió a un niño de 13 años en mitad de una manifestación. Ahora reflexione usted, querido lector, y dígame, si encuentra algún motivo para que un niño de 13 años que aún no ha trabajado en su vida y que por lo tanto no tienen derecho a manifestarse en una huelga de trabajadores, se encuentre en esta manifestación, entonces ¿son sus padres kamicazes? Rotundamente, sí, lo son.

Después también podemos encontrar a los violentos, que son los peores, pues les da igual la democracia las personas y todo, lo único que hacen es cubrir sus rostros y perjudicar a la sociedad destrozando tiendas, escaparates, contenedores, etc. En mi opinión son los peores pues aprovechan as huelgas para liberar su ira contra la sociedad sin saber si quiera el motivo por el cuál dejan sus puestos de trabajo.

Esto no es manifestarse por sus derechos...